El Secreto de Stradivari

¿Poderes mágicos, el clima, pócimas, una técnica especial? Sea cual sea el "ingrediente secreto de los Stradivari" nunca nadie ha podido imitar el sonido de ninguno de sus instrumentos.

Hace unos días el sol sobre mi cabeza me hizo recordar el singular y extraño sabor de la Coca Cola, y mientras tomaba el delicioso elixir, mi mente comenzó a divagar sobre cuál sería la sustancia que le daba su característico gusto. Al igual que ocurre con la misteriosa bebida hoy en día, me atrevo a aventurar que lo mismo sucedía en el caso de los famosos violines que cierto artesano creaba en su taller de Cremona. Los expertos han discutido miles de veces sobre cuál podría ser el “ingrediente secreto” de los violines que hace cuatro siglos creó Antonio Stradivari, el lutier más famoso del mundo. Investigadores, físicos, especialistas en instrumentos, doctores… Todos ellos intentaron averiguar la clave de la belleza y sobre todo de la sonoridad de estos instrumentos musicales.
En su época, muchos creían que Stradivarius poseía poderes mágicos que utilizaba para crear estos magníficos instrumentos. Hoy en día, una de las explicaciones más aceptadas sobre la fórmula utilizada por Stradivari se basa en un conjunto de elementos, como por ejemplo el clima. Tal y como podemos observar en un interesante reportaje que nos ofrece “the Weather Channel” ,en el que expertos en clima argumentan que la clave del vibrante sonido producido por estos violines, arpas, guitarras y violonchelos sería el clima de la época, caracterizado por largos y muy fríos inviernos gracias al cual la madera de los árboles sería de mayor calidad. Otros investigadores se basan en la hipótesis de que su antigüedad es un componente principal para conseguir el sonido que caracteriza a estos instrumentos, además de la técnica de trabajarlos que utilizaba su creador.
Un estudio realizado por investigadores de 'Texas A&M University' ha desvelado gracias a la utilización de modernas técnicas que la madera de estos instrumentos musicales fue tratada con elementos químicos que le dan estas características.
Sin embargo, ni siquiera después de este descubrimiento, se ha conseguido averiguar la fórmula química exacta ni el resto de elementos que hacen que los “Stradivarius” sean tan especiales. Y es que los pocos músicos que han disfrutado del enorme privilegio que supone tener una de estas piezas en sus manos, coinciden en que su sonido es excepcional, de una pureza absoluta. Muchos otros establecen también que, estos “tesoros” pueden producir sonidos que nunca habían escuchado antes. Por esta razón no es extraño ni sorprendente, el enorme valor de estos instrumentos, que aumenta debido al hecho de que a pesar de los grandes avances de la tecnología, de las nuevas máquinas que parecen salidas de una película de ciencia ficción, de nuestros rayos láser y aparatos inigualables en precisión que posee el hombre, nunca se ha logrado producir un instrumento capaz de crear un sonido comparable al de los Stradivarius. Se podría decir que su valor es incalculable. Pero todo tiene un precio en este mundo, y de momento, el de un Stradivarius puede llegar a alcanzar el millón de euros.
Hay misterios que el hombre nunca logrará descubrir – pienso mientras acabo la lata de Coca Cola. Después, el sueño de poder escuchar el sonido de uno de estos violines en directo inunda mi mente. De momento tendré que conformarme con escuchar una grabación.